Hace unos dias estuve visitando el centro de Barcelona y viendo los pocos adornos navideños que hay en la cuidad, visité el pesebre o belen que cada año ponen en la plaza de Sant Jaume (para los que no lo sepan es el espacio que hay entre el Palacio de la Generalitat o sede del gobierno autonómico y el edificio del Ayuntamiento). Todos los años es diferente, mas grande, mas pequeño, mas clásico o mas moderno lo cierto es que nunca se salva de las críticas. Este año las figuras son de corte clásico, un tanto inexpresivas yo diría que distantes y frias, no así su puesta en escena, bien ornamentado por el departamento de parques y jardines. En fin tan clásico como el belen son los robos de las figuras que suceden año tras año y este año no es una excepción, primero sustrajeron las cabras que acompañaban al pastor, se recuperaron algo deterioradas les faltaban orejas y cuernos, y ahora le ha tocado el turno al niño Jesus.
No creo que tenga nada que ver las creencias religiosas con la honradez y la integridad, y no entiendo como se puede robar unas imágenes que a nadie pueden molestar solo por el hecho de hacer una gamberrada y destruir algo solo porqué está ahí colocado en la via pública. Tampoco entiendo como se puede robar algo tan voluminoso que no cabe en un bolsillo y con tanta vigilancia como hay en ese lugar. Me da pena ver que somos tan poco honrados.
No hay comentarios:
Publicar un comentario